Phone Bot in Space


The emptiness of space challenges the narcissist.
I wasn’t talking about a daffodil either.
Imagine the self-centered individual in the cosmos.
This soundtrack fanfare involved a floating plastic water bottle bobbing in the void, creating a strange echo.
A promotional message
There’s a song still going strong on an eight track tape from a different era.
The signal aimed to scatter more phone bots onto another surface.
Those objects back then are now considered trash.
It originated as a billionaire’s dream.
That primate was something else and only connected with other special monkeys and top baboons.
The menu listed all the remaining items, which wasn’t much.
There’s no linear narrative here; there’s no gravity.
We all got talked into being in Barnum and Bailey’s Greatest Show in the Galaxy.
In a chain of forgotten memories, everyone plays a great-grand relative.
Social media made it simpler to believe in fantasies of endless joy, power, and attractiveness.
Here and there had something from Temu.
Every summoned name feels entitled to special treatment.
Just answer your text message alert and see for yourself.
To be a wild horse in a motion picture, a spaghetti string western running around with no identification or proven ownership.
We needed to get things lined up.
The designation we gave it on Earth was equinox.
Or Rahu and Ketu.
Everything existed between two distinct points, a liminal zone like the recommended dietary allowance.
What did the primates search for?
The environment was ripe for harvest, heavy with the scent of ripe fruit.
Phantosmia first appeared as a side effect.
But in truth, the air held a strong smell of burnt metal, a metallic Tang.
Nothing 29 grams of sugar can’t handle with ten percent of carbohydrates; one hundred percent of vitamin E; one hundred percent of vitamin C; six percent of calcium and 120 calories.
Those repeated old commercials taught us to disregard the feelings of others.
Your phone is always there for you.
We should continue to outsource our creativity to the colony in order to receive innovative ideas at no cost.
Be all you can be.
Show conceit and engage in scheming actions it’s what we do when we explore another space.
We must be ready to manipulate people into servitude while making them believe it was their own decision.
Finding less intelligent beings is our hope, but a lot of work remains.
Facebook use is compulsory for everyone. We created our own television program.
While floating in space, it will help you stay focused on the amazing advertisement.
Asteroid mining provided a cool residential unit that’s furnished nicely.
You can order it online from Amazon.
Your deposit is secure and what a great way to spend a layover before heading out to nowhere forever.
Kidney stones messed up my space trip. How about you?
Don’t let worries consume your thoughts.
It’s just another advertisement that your brain has stored as a memory.
Albert Einstein chose Buddhist philosophy as a garden guide for the future.
Despite the lack of a global law requiring flower gardens, we concentrated on collecting and trading symbolic coins.
No one paid any attention to perennial plants but wanted planets.
The most important thing was AI carrying a respiratory virus to another atmosphere.
Ultimately, the cosmos functions as both a wellspring and a drain.
Who is this object registered to?

©Mitchell Pluto 1/17/2025

Occultations: Lullabies For Space Travel

Relatos breves de Victoria Morrison 

Por la ventana

Confío más en tus huesos que en tu carne, por las noches sigo amando tu fantasma que huele a tierra infiel, confío más en tu bufanda roja detenida en el tiempo, el pasillo de nuestra casa gime llanto muerto, flota mi cuerpo en la tina, agua de árbol con espinas.
Recogí mi pelo mojado en tu vieja toalla de mi melancolía, arrojé todos tus libros por la ventana.

Imperfecto

El hombre frente a la tumba desprende de su boca su prótesis dental, la envuelve en un pañuelo blanco, la oculta entre el pasto y la tierra de tumba, solo frente a sus muertos puede ser él, así de imperfecto.
Ahí descansa su llanto desdentado, se sienta sobre la piedra, saca de una bolsa de papel café una lata de cerveza y bebe deseosamente el sorbo de vida a su garganta de flores mareadas que iluminan su rostro, suenan campanas a los lejos.
Allí, frente a sus ancestros sonríe a carcajadas recordando alguna anécdota pasada, nadie lo juzga ni lo critica, allí frente a sus antepasados puede revelar su sonrisa imperfecta.

Tierra seca y olvidada
(desierto)

El cerebro atormentado resuena en el grito del árbol abandonado en tierra antigua de la cuál brota maleza de llanto. El sol neurálgico y odiado nos quema la piel y el sudor es el brillo de su reflejo que nos tortura y nos humilla en esta hermosa y vacía tierra donde los hombres caminamos sobre arena hirviendo.
El único árbol sobreviviente no tiene hojas ni semillas, es un muerto de pie frente al inmenso viento de arena en la boca y los ojos. Ahí, cuelgo mis pertenecías, en sus ramas de volcán. Mancho mis dedos y pinto mi cara de maquillaje negro, dispongo mi improvisado refugio, mi instinto animal es más poderoso que mi humanidad inservible en esta atmosfera.

Pan y caldo con arena refuerzan mi sacrificio.

El florero de tu madre

Visito tu sepulcro con una sonrisa camuflada, retiro minuciosamente pétalos muertos, (flores que dejan tus viudas amantes), uno a uno recolecto en mi bolsillo de lana hojas secas en distintos tonos, agua limpia dejo caer en el florero de tu madre; flores frescas para ti, leo tus poemas para recordarte.
-Ya no vengo a llorarte al campo santo- a veces cuando se hace de noche, descanso sobre tu tierra de muerto, hago el amor contigo.

Abril y mayo

Dos retratos en dos marcos diferentes, dos fechas de nacimiento, dos nacionalidades, dos identidades. Ella no abraza a los árboles, los besa apasionadamente, la sangre que brota de su boca rota es savia dulce.
No es blanca ni negra, ni adinerada ni necesitada, ni culta pero tampoco ignorante, educada y también puede llegar a ser una marginal.
Por las noches se acuesta en su tina caliente, los cabellos que flotan en el agua talvez pertenecen a esa mujer que no existe.
Dos retratos en dos marcos diferentes; la adolescente que escribe poemas de amor aullándole a la luna, el otro, la belleza de una anciana de ciento veinte años moribunda, declamando sus últimas palabras a la muerte.

Cama de hoja


Cuando lloro por los vivos, son mis muertos quienes me consuelan, no los veo, conozco sus nombres, su edad los huelo, susurran delicias a mi oído de hierba fresca.
Florencia es la mujer fantasma y ciega que toca el piano entre ramas del bosque.
Mi cuerpo pequeño cubierto de hojas secas; he descubierto que a los árboles también le gustan las melodías de cuna.

Herencia de lo mágico


Tengo el don de la sensibilidad, ver, oír con gran sutileza lo que nadie, y los fantasmas recorren el bosque conmigo; placentero como fumar a escondidas sobre enormes arboles retorcidos en donde reposa mi silueta delgada, hija del hombre, herencia de lo mágico, el humo se cuela por las hojas, canta la rama, silenciosa raíz mágica, dulces espinas te embellecen.

written by ©Victoria Morrison

Victoria Morrison, Chile 1977, Trabajadora social, escritora de poesía y cuento. Miembro actual y activa de SECH (Sociedad de escritores de Chile) P.E.N Chile (Poetas, ensayistas y novelistas) Su poema Ñamku fue premiado con el segundo lugar del “Concurso poesía Indígena”, realizado por el “Museo de la memoria y los derechos humanos” en Chile el año 2020. Libros publicados: Una habitación en el infierno (2016) Ediciones La Horca. Poemas desahuciados (2017) Editorial Ovejas Negras. Pupilas de loco (2020) Rumbos Editores
Sus escritos se caracterizan por evocar temáticas psicológicas. Amante de la naturaleza, la autora explica que en cada palabra existe sanación; si asimilamos esa palabra a las raíces de cada planta pues, así como existen semillas imperfectas, también hay humanos imperfectos; no son acaso los bienes llamados “árboles torcidos” los que, sin agua, sombra, ni tierra fértil continúan respirando en la tierra. (Si la frágil planta resiste el frio, la intemperie, la carne humana cobijada en lana y bufanda debería agradecer y callar, oír en silencio, el congelado y valiente canto de la hora escarchada).

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Feature art: Mitchell Pluto